lunes, 8 de abril de 2013

Vete tranquilo,
valle somnoliento.
Violencia no.

Naves de colchón,
nadando en la luna,
nacidos del sol.

Mientes, razón,
malditas seas, mala.
¡Muérete ya!

Oí un salmo
o quizá fue un salóm.
¡Oscar! ¿qué era?

El troll-ogro pereció entre llamas de hielo y fuego seco. Fue hermoso.

La mataron como siempre: mientras doblaba la esquina con su falda roja.

No hay comentarios:

Publicar un comentario