martes, 9 de abril de 2013

Sin televisor
la vida pierde su
color y razón.  

Lectura real
en tiempo irreal
es un sueño.

Aceite de
noche en cartón rojo,
los burbujean.

Jodida risa
de alegres. No hay
sonido peor.

Era la mejor puta de la calle. Cada noche veía a su esposo en la cara de sus clientes.

Todo fue risas y diversión hasta que uno dijo “mal“ cuando le preguntaron cómo estaba.

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