Literatura,
amante caprichosa
y perra fiel.
Mi odisea
son los huecos
de manos llenas.
Ruso maltrecho,
tambalea alto con
picos amargos.
Hazte un ocho,
suma veinticinco
y resta todo.
Él amaba leer en las voces de sus amores los misterios del mundo invisible.
El fantasma amó al joven y por eso negó a la muerte hasta el final.
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